miércoles, 11 de mayo de 2011

Sin querer

Paséate de nuevo con tu suéter verde, alborótame las piernas. Estírame el lazo con el que atarme la cintura. Dame un nudo con el que atragantarme, olvídame los versos de ayer, esos que dijimos entre toses. Vuelve a decirme que las cortinas del salón no llegan al suelo y que desde que ha dejado de llover ya no tienes más sed y yo, sin embargo, no paro de beber y no consigo más que ahogarme en la cazuela en la que pusiste huevos a cocer antes de ayer cuando, al verme, tu vecina se asustó y no me quiso devolver la toalla que tiré al tender. Fue sin querer, todo. Péiname las manos con tu pelo, que se me cae la taza al suelo y tengo miedo.

6 comentarios:

ohsinopeus dijo...

qué hermosos se ven los antes domésticos desde tus versos. qué hermosa nostalgia y miedo y...

David Castañón dijo...

cómo echaba de menos esta poesía de la cotidianidad.

Un besín

Roberto dijo...

pufff...muy tuyo...mucho

me encanta como siempre

Vagamundo dijo...

Sin querer, pero no sin sentir.
Y sin querer tirar la toalla, sobre todo.
Abrazos

David Cotos dijo...

suena chévere todo.

Anónimo dijo...

Qé feo ha de ser un Sweter verde.